¡Un nuevo curso está en marcha!

Nuevo curso, nuevos retos

La atención

Cada inicio de un nuevo ciclo escolar nos brinda la oportunidad de encararlo con renovada ilusión y una profunda reflexión sobre nuestros logros previos. En este período, nos esforzamos por mantenernos en la misma senda que nos ha llevado al éxito, y al mismo tiempo, abrazamos con valentía los desafíos pendientes y los que se presenten en nuestro camino.

Durante varios años, hemos puesto un énfasis especial en los valores de cuidado y fraternidad. Estos principios han permeado nuestras interacciones, promoviendo el encuentro, la acogida, la celebración de la diversidad y el espíritu de servicio. Nos hemos comprometido a poner a los demás en el centro de nuestra atención, a no pasar por alto sus necesidades, y a cultivar una cultura de fraternidad y cuidado en nuestra relación con nosotros mismos, con nuestros semejantes y con el entorno que nos rodea.

En consonancia con esta visión, el valor que guiará y estructurará este curso 2023-2024 será la atención. Este valor está intrínsecamente vinculado al cuidado y la fraternidad, y en un mundo caracterizado por la prisa, el individualismo y la superficialidad, adquiere una importancia vital.

En medio de nuestras agendas agitadas, a menudo nos vemos abrumados por la sensación de que no tenemos tiempo para lo que realmente importa. Nos dejamos arrastrar por rutinas preestablecidas que nos impiden apreciar la maravilla que se encuentra a nuestro alrededor, los pequeños milagros cotidianos. Necesitamos recuperar nuestra capacidad de asombro.

El cultivo de la atención nos permite retomar el control de nuestro tiempo y ser conscientes de cómo queremos invertirlo. Al poner el foco en quienes nos rodean, sus necesidades y en la gratuidad del tiempo que ofrecemos, creamos conexiones más profundas y significativas.

La mirada atenta y el escuchar empático nos permiten empatizar genuinamente con los demás. Observamos cómo el tiempo de calidad en familia y las experiencias compartidas se ven reemplazados. Es esencial redescubrir la importancia de vivir el presente y disfrutar de cada momento.

El trabajo de la interioridad nos invita a prestar atención a nuestras emociones, a los mensajes de nuestro propio cuerpo y a la gestión efectiva de nuestro tiempo y nuestra realidad presente.

Es tiempo de despertar, de enfocarnos en lo positivo, y de actuar. La atención al presente y la conexión con los demás son clave para superar las adversidades y celebrar juntos los triunfos.

Así como hemos enfatizado la atención hacia uno mismo, también es crucial dirigir nuestra atención a la «casa común», nuestro planeta. La Tierra necesita que prestemos atención a su estado y que tomemos medidas para su cuidado. La contemplación de la naturaleza nos inspira a actuar con compasión y misericordia hacia nuestro entorno.

La atención debe impregnar todos los aspectos de nuestra vida escolar, desde las aulas hasta las actividades extracurriculares. Cada asignatura y cada docente desempeñan un papel importante en enseñar a nuestros alumnos a estar presentes, a apreciar los detalles y a disfrutar de cada experiencia educativa. Les ayudamos a gestionar su tiempo y les recordamos que están forjando su legado en sí mismos, en los demás y en la Tierra.

En resumen, la atención es el faro que guiará nuestro camino en este nuevo curso. Al centrarnos en ella, nos comprometemos a construir un futuro más consciente, un presente más valioso y una comunidad más unida.